Tour al Gran Cañón con Niños

Tour en Avioneta al Gran Cañón con Niños

Un tour en avioneta por el Gran Cañón es un recurso perfecto a utilizar cuando se lleva niños a las vacaciones. Tiene muchas ventajas pues desde la preparación en el hotel se muestra como una aventura, algo emocionante que va a suceder, ellos lo disfrutarán mucho y será un recuerdo para toda la familia.

 

Tour en Avioneta al Gran Cañón

 

La presa Hoover

 

Se pasa directamente al hotel a recoger a los pasajeros y de allí se dirigen a la terminal aérea en donde abordarán la avioneta. Pensar en poder subir a un pequeño avión y sentir la libertad de volar llena de excitación a los niños, desean ya estar volando por lo que comienza la curiosidad, el deseo de saber y conocer. De allí la avioneta sobrevuela lugares emblemáticos, como la presa Hoover.

Hay mucho que contarles y afortunadamente el tour es en español. Al volar escucharán cómo se construyó y mirarlo desde el cielo aporta una perspectiva única del esfuerzo admirable que se realizó para crear esa magna obra. Fascinante poder desde el cielo atestiguar la marca del ser humano en el imponente Cañón.

 

El Trayecto

 

Allí también observarán el lago Mead y si miran con atención, podrán descubrir en sus aguas azul brillante pequeñas lanchas que salen de las marinas a toda velocidad y se pasean por el lago. Son 112 millas de largo y 532 pies de profundidad en este lago artificial. Contiene alrededor de 25.12 millones de acres por pies de agua. Como reto, pueden buscar al pequeño pueblo sumergido de St. Tomas, que fue inundado para formar el lago en 1938.

En 1983 llegó a estar a su capacidad total pero no ha alcanzado esos niveles desde entonces. De hecho las marinas se han tenido que reubicar para colocar las rampas más cerca del agua, desde la avioneta se podrán ver claramente los límites del agua y como se ha ido reduciendo el lago. Otro reto para descubrir, si es que llevan unos binoculares es un Boeing B-29 que se estrelló en 1948 y otras dos pequeñas aeronaves, todas yacen en el fondo del lago.

 

La llegada

 

El vuelo es bastante corto, por lo que los niños disfrutarán de cada instante. Son 35 minutos hasta aterrizar en la parte superior del Cañón. Es realmente una experiencia inolvidable llegar a ese punto, muy cerca del mirador Eagle Point. A muy corta distancia podrán después entrar al Skywalk, el mirador hecho de cristal en el que se puede caminar sobre el precipicio. Los niños atesorarán la experiencia que les abrió la mente surcando el cielo.

El tour por Avioneta al Gran Cañón es un extraordinario regalo para niños de cualquier edad. No tendrán tiempo de aburrirse con tanta actividad y novedad que tienen en el trayecto. Un viaje divertido para todos y de mucha convivencia familiar, en donde hay oportunidad de mostrarles a los niños que existen cosas más cosas allá que no son consolas y videojuegos.